México mi tierra, un lugar en el cual las fronteras están firmemente marcadas, pero hay veces en que las personas tienen la fortuna de recibir la educación de que esas fronteras se hicieron para brincarse, ya que en este país se vive la necesidad de la reinvención de sí mismo, es una tierra sin igual.
Tenemos el olor a tierra mojada por la mañana, con unos buenos tacos de frijoles
en la mesa, los amigos que te acompañan en los momentos más duros. Los mexicanos estamos hechos de los problemas y constantes surgimientos de ideas, de una familia cálida que te apoya, de familias que abandonan, de personas que viven con una esperanza de un mundo en paz.
Los mexicanos te enseña a vivir con la frustración, con lo cual te hace más fuerte, así como nuestras hermosas olas de playas con aguas templadas, y arena fina, somos forjados día con día, para poder tener una finura como arena por los golpes de las olas, pero una fuerza como el mar para soportar.
Pero he de decir que no todo es amargura y superación, los paisajes que nos rodean
a los mexicanos día con día me recuerdan en el paraíso de tierra en el que me encuentro, porque si un día se me antoja el paisaje nocturno del desierto, sin salir de mi país puedo visitar el norte, si deseo visitar una playa con majestuosas olas y agua cristalina, un avión sin aduana puedo tomar, si quiero conocer la jungla, el bosque, lagos, ríos, maravillas arquitectónicas, todo lo tengo en mi país. No he de menos preciar las bellezas culturales de los demás países, hay muchos lugares que me gustaría conocer, pero antes deseo saber más del lugar en que me encuentro, una expresión muy usada aquí es “como mi México no hay dos” y pues, es curioso porque puedo usar esa expresión para expresar la belleza natural, la belleza de la gente o cuando un político corrupto volvió a llevarse dinero de mis impuestos.
Esto es una probada de cómo siento mi tierra, una servidora escribe con pasión
estas palabras, a lo largo de mi vida he tenido la gran fortuna de conocer norte y sur
de mi país me faltan varios estados aún por conocer.
Tenemos el olor a tierra mojada por la mañana, con unos buenos tacos de frijoles
en la mesa, los amigos que te acompañan en los momentos más duros. Los mexicanos estamos hechos de los problemas y constantes surgimientos de ideas, de una familia cálida que te apoya, de familias que abandonan, de personas que viven con una esperanza de un mundo en paz.
Los mexicanos te enseña a vivir con la frustración, con lo cual te hace más fuerte, así como nuestras hermosas olas de playas con aguas templadas, y arena fina, somos forjados día con día, para poder tener una finura como arena por los golpes de las olas, pero una fuerza como el mar para soportar.
Pero he de decir que no todo es amargura y superación, los paisajes que nos rodean
a los mexicanos día con día me recuerdan en el paraíso de tierra en el que me encuentro, porque si un día se me antoja el paisaje nocturno del desierto, sin salir de mi país puedo visitar el norte, si deseo visitar una playa con majestuosas olas y agua cristalina, un avión sin aduana puedo tomar, si quiero conocer la jungla, el bosque, lagos, ríos, maravillas arquitectónicas, todo lo tengo en mi país. No he de menos preciar las bellezas culturales de los demás países, hay muchos lugares que me gustaría conocer, pero antes deseo saber más del lugar en que me encuentro, una expresión muy usada aquí es “como mi México no hay dos” y pues, es curioso porque puedo usar esa expresión para expresar la belleza natural, la belleza de la gente o cuando un político corrupto volvió a llevarse dinero de mis impuestos.
Esto es una probada de cómo siento mi tierra, una servidora escribe con pasión
estas palabras, a lo largo de mi vida he tenido la gran fortuna de conocer norte y sur
de mi país me faltan varios estados aún por conocer.
Historia de: Karen M.
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